Vida monotona

domingo, 8 de noviembre de 2009


Salí del bar como todas las noches, un poco cansado y un poco borracho, en ese bar paso gran parte de mis noches, apenas salgo del trabajo me sumerjo en el viejo y querido bar, los precios no están nada mal, yo solamente tomo ginebra, a veces siento que es lo único que puedo hacer, vaciar el vaso que tengo en frente y esperar a que algo interesante suceda, el viejo bar en general no esta nada mal, siempre encontras a las mismas personas, nunca nos hablamos pero igual nos conocemos, no hace falta tener una charla con alguien como para tener una relación, en un punto somos todos iguales, las criaturas mas raras de la noche se juntan en ese bar, ¿Quién mas estaría tomando solo en ese bar un martes a la madrugada?, solamente tipos solitarios, con problemas, alcohólicos, drogadictos, pero no es tan así, al alcohólico lo que le hace falta es un abrazo, un oído, un hombro para poder llorar, cosas que a veces no se pueden conseguir, ni siquiera de tu mujer, o de tus hijos, esa es una de las razones por la uno se sumerge en ese vaso de alcohol. Gente solitaria, con necesidades, miedos, fantasías, dolores, si aunque no lo crean esa gente también siente y le importa la vida en general, pero eso si, con el deseo de seguir aplastado por distintas razones.

El caso es que me fui de ese bar anoche, no podía soportar más al idiota de la barra, ese tipo es muy insoportable, siempre trata de menospreciarte para sentirse superior, atrás de esa barra riéndose, esa risa sobradora, lo único que hace es ver partidos de fútbol por la TV y tomar cocaína.
Si nosotros tomamos para no acordarnos tanto de nuestras “patéticas vidas”, ese tipo debe tener el deseo de superioridad para olvidar que su mujer lo engaña con medio mundo, o que sus hijos lo odian.
En fin... hacia mucho frió afuera, eran aproximadamente las tres de la mañana, el bar no queda muy lejos de casa, pero cuando uno camina tambaleando las cuadras son mucho mas largas, en las calles reinan las prostitutas, con sus minifaldas y escotes, me hacen recordar que hace mucho tiempo que no tengo sexo, la ultima vez que estuve con una prostituta me robo la billetera con el sueldo mientras yo dormía, ese mes si que la pase mal, además con lo asqueroso que es pasar, la mitad del día metido en esa maldita fabrica.
Finalmente llego a casa, el colchón esta en el suelo, la mesa repleta de botellas vacías, todo esta justo como lo deje, hace varios días que no como, no es que no tenga dinero, es que solamente me olvido, los días pasan muy rápido, eso esta bien, ni siquiera recuerdo cuando fue la ultima vez que leí un diario, probablemente nada haya cambiado mucho. Desde que mi mujer me dejo en la calle, no me interesa demasiado el mundo en general, por lo menos tengo mi propia casa, esta casi completamente vacía, no es muy grande pero no hay nadie que me moleste, es curioso que una casa vacía tenga todo lo que me hace falta, casi una paradoja, a veces hace falta un poco de vació para sentirte completo, por lo menos a mi me funciona bien, no me queda nada mas que juntar un poco de vodka de las sobras de las botellas de la mesa y tomarme mi ultimo trago del la noche, despertar, tomar el colectivo, cumplir mi horario laboral , repetir todo otra vez, el bar, los alcohólicos, el idiota de la barra, las prostitutas y dormir esperando que algo interesante suceda.


"Mi alma borracha de vino es mas triste que todos los arboles de navidad muertos del mundo"



N.E.C

nice day

lunes, 2 de noviembre de 2009



Cargado originalmente por Gregor D..