Mi ángel vestido de negro

viernes, 31 de diciembre de 2010


Es de noche y hace frio, como todas las noches no puedo dormir desde hace años el insomnio me ha azotado las noches como el viento azota mi ventana en este momento con fuerza, desde que tengo memoria básicamente he vivido de noche, pasaba mis noches viendo televisión a obscuras por horas y cuando el sol asomaba por el horizonte era hora de cambiarme para ir a la escuela para luego llegar y dormir hasta la noche, siempre fui un ser nocturno, al principio me daba pánico la obscuridad recuerdo que era un martirio el camino desde mi habitación hasta el baño, el temor de que saliera una mano desde cualquier lugar me atormentaba así que casi siempre terminaba orinando por la ventana de mi habitación o aguantándome hasta que le levante mi padre, luego al día siguiente mis padres se molestaban por ello, ellos dormían en su habitación para esa época todavía dormían juntos, su habitación quedaba al otro lado del living, la idea de dormir con ellos me daba vergüenza así que estaba solo contra la inmensa y intimidante obscuridad, eso me aterrorizaba, mi primer aliado para combatir esa temible obscuridad fue la música, la música me calmaba y me ayudaba a llevar la situación, me calmaba, todas las noches abría mi ventana para que la luna alumbrara un poco mi habitación, aproximadamente a las tres de la mañana la luna se ubicaba delante de mi ventana haciendo así el paisaje más placentero.

Fue mi madre la que me llevo a comprar mi primer CD, me llamo la atención la tapa del mismo cuando estábamos pasando por la tienda de música, al día siguiente me llevo por el mismo, resulto ser Be here now de Oasis lo que me llamaba la atención de la tapa era el escenario que mostraba como una especie de mansión, una piscina, una scooter inglesa y un antiguo tocadiscos, esa noche al escucharlo entre en un mundo maravilloso que no pude dejar, el Rock & Roll, pasaba noches enteras escuchando ese CD hasta que cada viernes si traía buenas notas a casa mi madre me llevaba a comprar otro CD, así llene mi colección con U2, Lenny Kravitz, Red hot chilli peppers, Aerosmith entre otros, me sentaba en mi ventana miraba la luna y escuchaba música a solas, la obscuridad de a poco se convirtió en algo que muy por el contrario de lo que anteriormente me producía ahora me gustaba, me gustaba mucho el ambiente que creaba era armonioso, era lo que buscaba, soy un hombre que vive de momentos, cuando encuentro un momento perfecto siento que realmente vale la pena estar vivo.

Al tiempo con catorce años de edad mis padres ya separados, solía robarle los cigarrillos a mi padre que los dejaba sobre la cocina para fumarlos y como no tenía otra salida los fumaba fuera en el patio, me parecía un poco tétrico así que siempre que salía a fumar también sacaba el grabador y dejaba el volumen bajo, lo justo y necesario para crear ese ambiente que tanto me gustaba, mi madre se había ido de casa hacia un año, vivía solo con mi padre con el cual no tenía una relación muy fluida éramos muy diferentes, ambos callados y reservados, así que prácticamente éramos como dos inquilinos viviendo en una casa compartida más que padre e hijo, no me molestaba ya que siempre he sido muy reservado lo cual me ha llevado a conocer la soledad desde muy temprana edad, así que no era problema, me era suficiente con tenerme a mí mismo y a mi música en los parlantes, y más tarde llegaría ella.

En una de mis noches de tabaco y música, estaba sentado fumando en una silla mecedora que tenemos en el patio de casa, mirando hacia el pasto debajo del techo, todo el patio estaba alumbrado por la luz de la luna como si fuera un candelabro gigantesco en el vasto espacio, hasta que en un momento vi una silueta que se me acercaba de a poco, era pequeña y no se podía diferenciar bien ya que estaba bajo el árbol que tenemos en el patio, pero lentamente se acercaba, yo todavía seguía sentado en la mecedora totalmente aterrado sin mover un solo musculo, cuando sale de las sombras era una chica tenía una remera negra con las mangas cortadas, un jean negro y pelo largo, lacio y negro que llevaba desatado, tube miedo se acercaba hacia mí, lentamente, el cigarrillo en mi mano se consumía mi espalda estaba pegada al respaldo y con mi corazón esperanzado de que no me viera, de a poco se iba acercando hacia mí, cuando estaba frente mío dijo - ¿Hola? – todavía estaba muy atemorizado pero al no quedar otra salida aparente dije.

- Hola

- Hola, disculpa que te moleste y que entre así, lo que pasa es que te vi, me mude acá atrás hace unas semanas y siempre te veía a la noche.

- Ah ¿sí? Y por qué viniste

- Mis viejos siempre se la pasan discutiendo seguro los escuchas y no quiero quedarme en mi casa, como no conozco a nadie del barrio te quería conocer a vos.

- Pero, ¿por qué a mí?

- Por qué me gusta la música que escuchas

Al darme cuenta tenía una remera de Korn, el día que comenzó mi vida, dijo que su nombre era Sabrina.

Luego de esa vez, estábamos juntos todos los días, yo no tenía amigos en el barrio y ella tampoco, ella tenía dos años más que yo, pasábamos toda la tarde juntos y a la noche ella se escapaba y venia conmigo a fumar y tomar la ginebra de mi padre.

Llegamos a ser muy amigos, al tercer día de estar en el patio de casa a la noche me hiso un regalo, me compro Follow the leader, no podía creerlo al fin tenia alguien que me haga companía y me entendiera a un cien por ciento, ella siempre se mostraba muy atenta a lo que me pasaba, siempre preguntaba cosas de mi vida, pero no me contaba nada de la suya, muy poco, su padre era un alcohólico golpeador y su madre una sumisa de mierda o al menos eso era lo que decía mi padre, al cual que le gustaba que estemos juntos, ya era preocupante que su hijo de 14 años no tuviera amigos, así que también la quería mucho a ella, pero tenía serios problemas con el padre de Sabrina que cada noche venía a buscarla furioso, ya que se pensaba que ella se escapaba y a veces lo hacía, siempre cuando se la llevaba tomada del brazo a la fuerza yo salía al patio y me quedaba contra la pared escuchando que pasaba, realmente no quería que nada le pase, siempre gritaban y ella le recordaba lo mucho que lo odiaba, su madre no hacía nada, por que si lo hacia la golpearía, cuando ya no escuchaba más gritos la llamaba por teléfono y ella llorando me contaba sus problemas, decía que quería irse de allí, lejos, que algún día nosotros dos lo haríamos, juntos, alejarnos de todo.

Luego de un año de conocernos, paso algo que no me esperaba para nada, mi madre volvía, aparentemente se le había acabado el dinero del divorcio y no le quedaba más remedio que regresar, por supuesto eso no es lo que me dijo a mí, ella me dijo que volvía por que no soportaba vivir lejos de mí, se quedó en casa dos noches, discutiendo hasta tarde con mi padre, yo sé que él es un buen hombre, siempre hiso lo mejor para mí, ella se fue y no le importó nada, yo no la quería en mi casa, esa noche salí al patio en busca de la ayuda de Sabrina, la necesitaba, no me sentía bien tenía ganas de llorar y de abrazarla, ella me hacía sentir seguro era la única que me calmaba, me senté en el patio abrazando mis piernas, con la cabeza gacha, la luna me iluminaba y mi perro me lambia la cara tratando de consolarme, pero yo solamente quería ver la cara de ella.

Ella no venía, no habíamos arreglado nada esa noche, pero por alguna razón tenía la esperanza de que viniera, los gritos de mis padres no paraban y ya era de madrugada, de repente se prendió la luz de la habitación de Sabrina, luego se apagó, dormida se acercó a la pared a ver qué pasaba, me acerque a la pared, ella la cruzo se paró delante mío y me abrazo fuertemente, sin ni siquiera cruzar una palabra, en ese momento me di cuenta que quería pasar el resto de mi vida junto a ella.

Mi madre decidió quedarse en mi casa, no había forma de que se fuera, mi padre tenía que irse a un motel hasta que encuentre un lugar para hospedarse, tendría que vivir con mi madre, la peor noticia del año, yo no la respetaba y le tenía un poco de rencor, me había dolido mucho que me dejara sin dudarlo, pero siempre Sabrina estaba a mi lado, no dejaba que me sintiera mal, ahora más que nunca ya que sabía que no estaba pasando por un buen momento, ella estaba ahí como cuando yo siempre estuve con ella, a mi madre le molestaba que ella este todo el día en casa, nos encerrábamos en mi cuarto a escuchar Pantera y hablar, leer o solamente estar, las cosas en la escuela estaban empeorando, para los dos, así que no podíamos vernos tan seguido como antes, su madre no la dejaba y la mía tampoco, nos veíamos a la noche, no dormíamos, una de las tantas noches salgo al patio para esperar por ella con lo poco que quedaba de la ginebra de mi padre, ella se acerca.

Ella quería ver las estrellas subimos a mi terraza, cuando nos sentamos a tomar, ella me dice.

- No sé cuánto más voy a soportar, mi viejo está cada vez más insoportable, no puedo mas – lagrimas comienzan a caer por su rostro

- Sabrá vos sabes que siempre me tenes a mí, no te preocupes, algún día vamos a dejar toda esta mierda atrás

- Yo te quiero mucho ¿sabes? – me dice llorando tomando mi cara con sus dos manos

- Yo también Sabri, sos lo único que tengo

- Vos también – sonríe y apoya su cabeza contra mi hombro y me abraza llorando

La luna esta hermosa hoy y un ángel está llorando en mis brazos, ¿que hace sufriendo? Todavía no lo entiendo, ese día descubrí que los ángeles sufren y que viven entre nosotros, mi ángel guardián tenia forma de mujer y era hermosa.

Para esa época me compre un bajo, Sabrina tenía una guitarra eléctrica que siempre me gusto, me dijo que me compre el bajo para poder tocar juntos los temas que tanto nos gustaban y eso hice, el primer tema que tocamos fue In a Little While de U2, ella cantaba, que cosa hermosa, tocando esa guitarra y cantando con esa voz hermosa, no podía creerlo, yo con mis torpes movimientos de dedos intentando no perderme en su mirada cada vez que cambiaba de acorde, el primer tema que toque en mi vida y todavía sigue siendo mi favorito.

Ya los con 16 años no quería ser más amigo de ella, yo quería algo más y no sabía que esperar de parte de ella toda una mujer de 18 años, no aguantaba ni un segundo más, la próxima vez que la vería se lo haría saber, no, mejor arreglaría de vernos , de repente alguien me golpea la ventana, era ella, salgo afuera, me abraza, finalmente había pasado lo que se venía postergando hacia años, su padre la había golpeado… ese hijo de mil puta.

Sabrina lloro durante horas en mis brazos, apenas podía hablar, el llanto no se lo permitía, estuvimos abrazados casi una hora y media en el patio de mi casa con la luna como testigo, no era el momento para decírselo, subimos al techo, le preste mi remera para que se seque sus lágrimas, se calmó, le convide un cigarrillo.

- No sabría que hacer sin vos – me dice mientras expulsa el humo por su boca

- Yo tampoco.

Baje la cabeza, me sentía decepcionado, no me animaría a decirle, ella toma mi mano y me mira a los ojos yo la miro, acerco mi cara a la de ella y me detengo a la mitad, ella me toma por la nuca con una de sus manos y me besa, era todo ya podía morir ahí mismo.

Luego de ese día no podíamos estar separados, me parecía curioso el hecho que ella se interesara por mí, ella era muy hermosa y ya varios tipos se habían querido acercar, pero parecía tener repulsión a los hombres, a todos , menos a mí y mi padre, creo que era el tipo con más suerte que conocí, comenzamos a escaparnos por las noches a ver recitales de todo tipo, las noches tomando alcohol tomado de su mano era increíble, después de los recitales íbamos a una plaza que no queda muy lejos de casa a besarnos por horas, yo la amaba y sabía que ella también a mí, nos amábamos desde después que nos conocimos esa noche hace dos años, era todo perfecto a pesar que luego tener que llegar cada uno a su fuckin casa, odiábamos nuestras casas, nuestro objetivo era escaparnos algún día, como lo habíamos prometido.

Las discusiones en su casa cada noche eran más intensas, su padre con los años perdía mas la cordura y compostura ya no le importaba nada, yo siempre me quedaba despierto mi madre no me importaba un carajo y hacia casi un año que no sabía nada de mi padre, más que el dinero que me mandaba por semana y alguna que otra charla en el mes por teléfono; Sabrina me llamaba siempre que se sentía mal por las discusiones de sus padres, siempre cuando eran muy fuertes esperaba su llamado como una señal para salir afuera, siempre era lo mismo, casi una vez por semana, pero esta vez, la pelea fue demasiado fuerte, pero ella no me llamaba, eso me preocupo, Salí afuera de todos modos, los escuchaba discutir, me apoye en su pared como siempre hacia, para que me sintiera cerca, tenía miedo de que le haya pasado algo, de repente los gritos y ruidos terminaron y comencé a escuchar la voz de Sabrina, llorando a gritos, salte la pared lo mas rápido que pude y de un golpe entre a la casa, quede impactado con la imagen que vi, era el padre de Sabrina desmayado en un enorme charco de sangre, su mujer estaba sentada en el piso con un arma en las manos, con la cara totalmente golpeada, Sabrina estaba gritando desde la puerta de su habitación, fui hacia ella y cerré la puerta, lloraba tanto y me abrazaba tan fuerte que tenía miedo que se muriera de tristeza, mientras la abrazaba pensaba en miles de cosas al mismo tiempo, ¿qué hacer? ¿Qué hago?

La noche termino cuando llego la policía, los vecinos la habían llamado cansados de los gritos, la madre iría a juicio, ella estaría en la casa de su abuela hasta que todo se resuelva, definitivamente estábamos pasando lo peor del mundo, yo la visitaba todos los días, era lejos, pero no me importaba, siempre viajaba en el colectivo con mucha nostalgia cuando volvía, Sabrina se la pasaba llorando en mi hombro, me decía que yo era el único hombre que valía la pena, luego comenzó a decirme que era la única persona que valía la pena, estaba herida, muy herida, eso me hacía mierda internamente, estábamos toda la tarde juntos y cuando me tenía que ir me llamaba al celular, cuando llegaba a casa la llamaba por teléfono, tratábamos de estar todo el tiempo del mundo juntos.

De a poco la note más lejana, los médicos decían que sufría de una fuerte depresión, me llamaron a mí por que ella le conto al psiquiatra que era la única persona que quería, así que me llamaron para aconsejarme que hacer, básicamente era lo que venía haciendo hasta ahora, no dejarla sola, hacerme cargo de ella, comencé a escribirle cartas para que las lea a la noche, le contaba de los proyectos que tenía para nosotros, ella me contestaba a pesar de que nos veíamos todos los días, siempre muy contenta en las cartas, creo que finalmente estaba ayudando acompañarla.

Pero siempre al subirme al colectivo sentía nostalgia, se le había ido esa costumbre de llamarme ya que siempre me volvía con una carta suya, eso me ponía contento, no quería que gaste crédito, cuando llego a casa siento una sensación rara, vomite en el baño, luego subí a mi habitación y como siempre me di un baño, me cambie y abrí su carta que decía.

Hola amor!!,

Te quer
ía decir antes que nada que te amo mucho, mucho, mucho, como siempre te digo ya sé que te debo tener medio podrido que te joda todo el día, siempre me estas aguantando, pero voy a estar mejor, ya encontré la forma de estar mejor, así que vamos a estar mejor!! =)

Hoy mi abuela hiso sopa otra vez, nunca entendió que no me gusta, me hubiera gustado probar una vez más tus comidas, siempre me gustaron, que cagada que no tengo mi guitarra la extraño mucho, pero a vos más!! Ajjaa no te enojes, sabes cuánto te amo tonto!

Hoy dicen que va a estar fresco, al fin un poco de fresco, no me gusta estar en la casa de mi abuela, es una casa vieja y tiene olor raro, no se me da como miedo, siempre a la noche veo cosas, hace días que no duermo bien, siempre lo veo a mi viejo, se me aparece, tengo miedo de que me haga algo, mi mama dice dentro de poco va a estar todo como antes, pero no le creo un carajo, yo no quiero estar más separada de vos, quiero que nos vallamos de toda esta mierda como prometimos, pero por ahora no se puede y eso me da mucha bronca, yo quiero estar en tu casa pero no me dejan, aparte creo que no le gustaría a tu mamá.

Escucho todo el dia el CD de u2 que me regalaste, nuetro primer tema como grupo In a Little while es mi preferido, siempre que lo escucho me dan ganas de abrazarte fuerte fuerte y no soltarte mas!!

Te amo mucho bombón, siempre voy a estar con vos, nunca te voy a dejar, como te dije al principio ya encontré la solución a todo esto, esta noche me voy a ir y vamos a estar mejor de esa forma, vos sos una ángel y tenes que estar cuidándome a cada rato y yo no quiero eso, yo quiero que estés con alguien que no tenga tantos problemas, los míos terminan hoy y no quiero que vengas conmigo, cuando hayas leído esto ya voy a estar lejos pero nunca, NUNCA me voy a olvida de la persona más buena, hermosa y tierna del mundo que sos vos, sos lo que más ame y lo único que valió la pena de todo esto, ya le deje una carta a mi abuela que dice que te dejo todo a vos mi amor, el único que se lo merece, prométeme que vas a ser muy feliz por los dos y que siempre vas a pensar en mí, yo te voy a cuidar.

Siempre tuya Sabrina.

En ese momento creí que todo era una broma de mala pasada, no sabía para que lado correr, mi cerebro no coordinaba, era demasiada información, me vestí llame un remis y me fui para haya, esperando que todo esto sea una broma de muy mal gusto, no puedo pensar.

Llego a la casa de la abuela, eran la 1 de la madrugada el remisero exige su paga, no me interesa, golpeo la puerta, no me escucha nadie, grito su nombre, no sale nadie, comienzo a golpear la puerta como loco, el remisero baja para matarme a trompadas, la abuela me abre molesta por el ruido, la hago a un lado, subo corriendo las escaleras, la puerta de su habitación estaba trabada, grito su nombre, no me contesta, comienzo a patear la puerta que de a poco va cediendo, cuando de una patada la abro y caigo al piso, caigo al piso cuando levanto la mirada la veo, colgando de una soga, sin vida, con su hermosa cara pálida, con todo su cuerpo tieso, la miro y la sigo mirando, las lágrimas caen de mis ojos pero no me percato de eso, solamente sigo mirando, la bajo de ahi y la acuesto en la cama, le digo que la amo mucho, le doy un beso en la mejilla caigo al piso y comienzo a llorar a gritos, pareciera como si mi corazón hubiera explotado en miles y miles de diminutas partes, entran todos a la habitación y no dicen nada, la abuela se desmaya y el remisero corre a llamar a la policía, que tarda en llegar, me desmayo.

Lo siguiente que recuerdo es que desperté en el hospital, deseando morir, a la hora me dan de alta, dijeron que tube una crisis nerviosa debido al shock del momento, cuando salgo, estaba la madre de Sabrina que me lleva a casa llorando, yo estoy completamente callado, cuando me estaba por despedir, me dice que valla a su casa, cuando entro, me da una caja llena de cartas de Sabrina que eran para mí, eran poesías y cartas que al parecer no se animó a darme nunca ya que las fechas eran de hace 2 años cuando recién nos conocíamos, también su diario y su guitarra al darme cuenta tenía un stiker de Korn, el día que se apagó mi vida mi vida, Sabrina esa guitarra era de Sabrina.



Nec

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