Poesía mediocre

lunes, 19 de septiembre de 2011



La vil cuidad


Fantaseaba con verla otra vez
Otra vez cruzar la calle que tantas veces lo hiso para llegar hasta mi
Parada en la esquina de enfrente, corriéndose
Delicadamente su ondulado pelo castaño que roza su cara
Con la mano derecha, mientras mira a los costados
Se acerca sonriendo, es tan claro que puedo verla nuevamente
Sonriendo, acercándose, con su mano derecha acomodando su cabello
Tiro mi cigarrillo al piso y la beso, sentado en una fuente bajo el cielo gris
Que es todo lo que tenemos

Esa fuente, ese cielo, ese sentimiento
Que es todo lo que tengo, esa fuente, ese cielo, esa fantasía
De que todo volverá a su lugar, como antes
De perderte, entre los fríos y sombríos ladrillos de la vil cuidad.



Una noche romántica


 Aún recuerdo sus labios color carmesí
Cuando con lágrimas en los ojos me dijo que me odiaba
Su rostro completamente rojo, como su vestido, irradiaba belleza

Ella estaba cubierta de lágrimas y furia, de rencor y fuerza, de decepción
El mismo rostro de nuevo, lo había visto en mi madre, en mi padre, mi hermana
En casi todos y ahora la luna ilumina ese mismo rostro
Reflejado en la cara de ella, que me golpea y me grita
Casi sin cordura y con pena, una pena muy pesada

A pesar de ser coqueta, no puede con sus sentimientos
A pesar de la cena, no puede con sus sentimientos
A pesar de la luna grande y brillante como un foco de 60 watts
No puede con sus sentimientos

La noche es cálida en puerto madero
La gente se junta a mirarnos, como nos avergonzamos
Delante de ellos

Como un show de comedia, como un melodrama
La miro a los ojos, tan desesperada y violenta
La abrazo fuerte y ella golpea

Y golpea…

Me alejo despacio, pero ella me sigue
Esto nunca termina, recién empieza
Recién empieza.


Otra vez


Vuelve al bar
Una vez más
Que mis vasos se vacían más rápido si no estas

Vuelve al bar otra vez
Acompáñame, entre este viaje de líquidos y placer
Matar mi pena y volverte a ver

No nos vamos a equivocar, no más peleas
No más gritar, no más dolores, no más soledad

Es magnificente tu forma de adornarme
Con colores vivos y lugares hermosos

Solo con mi vaso en la barra me siento gris
En un desierto gris a las tres de la madrugada

Bebiendo litros de mí esperanza
Para después cagarla y dejarla para siempre

Vuelve al bar
Una vez más
Otra vez.



El lado fino del asesinato


¿Has visto el brillo de una bala cruzando la calle?
El calor de la sangre que entíbiese la vereda
El olor horrendo a pólvora y muerte
Los gritos insanos de la gente

Y tu mente
Que  no entiende que reacción tiene que tomar
O solamente mirar
Fascinado, por la vida que tiene la muerte
Sentir la muerte metida en tu boca
Es la prueba más irrefutable de que estas vivo
Por ahora

La muerte será la gran prueba, pero nadie la contara
Es bella y sigue tiñendo la calle de color rojo
Siempre me gustó el rojo

No quería correr
No querría estar en cualquier otro lugar
Me gustaba estar ahí

Alcanzándole partes de mi cordura a la parca más cercana
Que con gusto la aceptaba con una sonrisa en la cara
¿Has visto el brillo de los ojos de la parca?
Es casi tan hermoso como la forma en que camina
Es la vida misma resumida en muerte
Apunto hacia mi sien y de repente
Todo se convierte nuevamente.



Ese abrazo


Tu abrazo me transmite miles de luces
No sé cómo lo haces, pero lo siento verdadero
Es un sendero brillante y con ternura
La ternura será el petróleo de los años que vendrán
Ya que de a poco se va perdiendo y encontrarla es más difícil
Pero es el ojo del alma, la ternura no miente, pero engaña
Depende de quién sea el que la lea
Y la evalué si es realmente buena, o una ternura sobrevalorada
Como tanta que anda suelta para nada

Tus abrazos y ternura tienen un valor
Más grade que el del oro
Que engrasa a miles de ilusos
La vida no está en venta, al menos la mía
Y los abrazos que tanto me llenan y extraño son mil veces más valiosos
Y necesarios que todo el oro del mundo
Que todo el petróleo del mundo
Y todas las mujeres
Por qué cuando encontraste esa ternura, en ese abrazo
Todo lo demás queda opacado, por tan vibrante y desahogante momento.



 

Tu cuerpo y el mío


Tu cuerpo desnudo en mi habitación
La adorna como siempre la quise ver

No hay nada más bello que tu forma de ser
Y las luces que emanan de ese cuerpo desnudo
No se comparan con nadie en el mundo, ni la canción más bella
Es comparable con la tuya, la que suena desde tu cuerpo desnudo en mi habitación

Es un trance, es un león, con fuerza impactante
Pero es cálido y reconfortante, vibrante y embellecedor
Como una buena botella de vino fino
Volcada sobre mis sabanas, tu alma ilumina
Y me abraza con su almidonada blancura

La razón y la cura de todos los golpes de la vida
No existe herida que se resista a tu cuerpo
No existe hombre que se resista a tu cuerpo
No existe compañía mejor que la tuya
Vuelve algún día con tu luz radiante

Que mientras regresas voy decorando
El mundo para hacerlo un lugar más confortable
Solamente para tu cuerpo y el mío.

 

Monotonía


Tal vez y solamente tal vez despertar sea morir
No estoy seguro ya que no puedo dormir
Hace años y noches que los veo venir

Recuerdos y vuelos, tormentas en el cemento
Golpean duro la ventana a la noche cuando nadie está despierto
Cuando el viento con violencia ruge en las calles
Y los perros sufren la maldita suerte de ser perros
Y los vagabundos sufren los recuerdos y las ilusiones de ser personas
Personas que no les importan a las personas
Como algunos perros se olvidan de otros perros

El cemento se convierte en escarcha y a nadie le importa
Ya que todos duermen, duermen cerca del fuego
Bajo sus mantas y sus techos
Con sus perros protegidos de toda clase de inviernos
Con la gente que invierte momentos entre ellos
Con el miedo y la lastima no se ayuda a la gente
No se ayuda a nada

Con todo eso en la cabeza vuelvo a mi habitación
Y me veo acostado con los ojos abiertos
Rojos del cansancio y demás cosas
Conciliando el sueño casi por descarte
Y volviendo a la vida con el sonido del despertador
Que me grita cual sargento militar
 Y me indica que es hora de volver a ilusionar.

Resistencia


Había una vez un hombre
Que aguantaba
Todo lo que se le venía encima
Aguantaba por más dura que fuera la piedra
Aguantaba bajo la lluvia y esperaba
A la dama de turno

Aguantaba desamores y engaños
Regaños y maldades
Todo tipo de trivialidades
Basura tras basura

Un día lo fui a visitar
Miraba fijamente y no hablaba
Estaba sentado en una silla mirando hacia adelante
Como toda su vida
Aguantando

Un hilo fino de sangre salió por sus oídos
Sus ojos se desorbitaron
Su boca se abrió grande y melancólica
Cayo derecho al piso
En posición fetal
Abrazo sus rodillas
Y comenzó a sollozar

Poco tiempo después
Me entere que su cerebro estallo
Después de tanto aguantar
Quizás hubiera sido mejor
Evitar.


Un cielo


Te necesito junto a mí en un momento como este
¿Dónde estás? Que no puedo verte
Veo tus fotos y te extraño
Con la copa en mi mano y mi mano en el corazón

Con solo verte todo queda atrás
Los problemas, la cuidad, los gritos de la gente
Y tu sonrisa ilumina todo lo que me importa
Como cuando tus manos tocan mi rostro
Tan cálidas, tan lejanas, lejos y tan cerca

Te necesito junto a mí en un cielo como este
Que nos da todo lo que nos hace falta
Para que sea perfecto
Pero no es lo mismo sin tu mirada
Sin tu olor
Sin tu pelo
No es lo mismo
Es solamente un cielo.


los colores y la calma



Tan lejos están los colores
Y más lejos está la calma

Y ahora más que nunca
No logro encontrarla
No está en mis sueños a la noche
No está en las madrugadas
No está en el fondo del vaso de whisky
No está en el filtro de mi cigarrillo
No está en mis libros
No está en los ceniceros
No está en las cartas
No está en viejas amantes
No está en mi cabeza
¿Dónde estás?
Sin tu guía y tú calor es más difícil continuar.

La pena


Si tan solo pudiera levantarme
Te buscaría
Si tan solo pudiera no balbucear
Te llamaría
Si tan solo pudiera caminar
Te alcanzaría
Si tan solo pudiera ver
Te admiraría
Si tan solo pudiera oír
Te escucharía
Si tan solo pudiera verte
Te abrazaría

Pero no veo, no hablo, no escucho, no siento
No tengo sentidos y no tengo remedio
Por qué la vida es una lucha
Más injusta para unos que para otros
Pero solo llega al final
El que resiste

Resistir, no verte es difícil
También lo es no escucharte
Y no alcanzarte
No admirarte
No llamarte ni abrazarte

Pero valdrá la pena
¿Valdrá la pena?.


Nec

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